Aguado se rompe en dos faenas de empaque, mando y torería. Serna da un paso adelante en una tarde de gran madurez, mientras que Hermoso de Mendoza dejó patente su temple y buen rejoneo.
Rafael Serna sustituía al herido Cayetano este sábado en la localidad sevillana de Utrera. Hermoso de Mendoza y Pablo Aguado completaban el cartel. Y se fueron de la plaza con una sonrisa de oreja a oreja. La puerta grande se abría para una terna que le dio motivos a la parroquia para sonreír y seguir esperanzada. Una tarde de amplio contenido por parte de la terna que conquistó la Puerta Grande. Hermoso de Mendoza se llevó dos apéndices del buen ejemplar de Fermín Bohórquez que abrió plaza. El sevillano Pablo Aguado sumó un total de tres orejas en una tarde de mucho empaque y torería. Toreó dentro y fuera de la cara dejando claro que es un torero por el que hay que apostar Por su parte, Rafael Serna que sustituía al lesionado Cayetano, cortó dos orejas –una más una- en dos actuaciones de gran prestancia y naturalidad en una tarde en la que dio un importante paso adelante. Interesante corrida con el hierro de Luis Algarra -con un animal de vuelta al ruedo y otros dos con interés- y Bohórquez -en la que destacó la movilidad, nobleza y la buena clase de sus toros-.
Le cortó las dos orejas Pablo Hermoso al primero de la tarde, un noble animal de Fermín Bohórquez que acabó en tablas. Aprovechó las virtudes a lomos de Berlín e Ícaro. Faena despaciosa del navarro, en la que dejó pasajes de interesante rejoneo. Banderillas de poder a poder, siempre dejándose llegar mucho al animal. Tras un rejonazo que dejó al toro sin puntilla cortó -como dijimos antes- el doble trofeo de un toro con virtudes.
Como en su primera actuación, volvió a faltarle chispa y transmisión a la faena del rejoneador navarro. Dejó una faena templada, con momentos interesantes a lomos de Dispatare y Dalí, en los que entendió bien la noble y dulce embestida de un Bohórquez con la raza justa. Caballos que saben de sobra de qué va la película. Son toreros y eso se nota. Volvió a cerrar faena con Bacano y las cortas. Tras alargarse con el rejón de muerte fue silenciado, en una labor a la que le faltó mayor conexión con el respetable. Palmas recibió el de Fermín en el arrastre.
Salió en segundo lugar un exigente animal de Algarra, un toro con teclas al que Aguado supo entender desde el principio. Su recibo por verónicas tuvo sabor. Lances con el compás abierto, las muñecas sueltas y el temple como premisa básica. La pelea en varas acabó con caballo y picador en el suelo. Acertó Pablo en iniciar por bajo la faena, para así ir enseñando al toro a embestir. Le abrió los caminos, dejándole la muleta en la cara y tirando de él. Por el derecho se desplazó, pero nunca quiso irse tras los vuelos, sin embargo, por el izquierdo si tuvo mayor profundidad. Dejo buenos derechazos, lo mejor un de pecho de pitón a rabo. Por el izquierdo subió enteros su labor. Cuajó naturales largos y templados, soltó muñecas, toreó con las yemas de los dedos en dos series de toreo caro. El de Algarra, a más, no permitía relajaciones, eso sí, era agradecido cuando se le hacían las cosas bien. Aguantó miradas y parones en un final de faena por el derecho de mucho mérito. Abrochó su labor con torerísimos doblones por bajo de una gran expresión. Tras pasaportar al animal de estocada tendida y descabello cortó una oreja. Palmas para el interesante Algarra en el arrastre.
Volvió a dar un golpe sobre la mesa Aguado en el quinto, un toro de Algarra de gran clase, pero con el motor de la fuerza limitado. Se durmió lanceando al burraco por verónicas para más tarde dejar un garboso quite por chicuelinas, todo con el sello del empaque y la cadencia. El de Algarrasiempre la tomó con prontitud y franqueza, lo que aprovechó el sevillano para romperse en muletazos profundos, siempre enroscados en la cintura. Por ambas manos cinceló muletazos de gran sabor, pero volvió a ser con la zurda cuando crujió la plaza. Naturales eternos, en los que saboreó las enclasadas embestidas de un toro con grandes virtudes. Remates por bajo, adornos... todo lo interpretó con suma delicadeza. Anduvo con la mente despejada, sabiendo lo que pedía el animal en cada momento. Alturas y toques, ni un tirón, todo en su momento. Pedía sometimiento, cuando más se le arrastraba la muleta mejor embestía, pero tampoco se podía abusar debido a su justeza de fuerzas. Su suave y torero final de faena, unido a una estocada en buen sitio pusieron en sus manos las dos orejas. Vuelta al ruedo Sirlachoso de Algarra, un ejemplar de humilladora y entregada embestida al que Aguado fue haciendo poco a poco en una labor maciza.
Se fue a la puerta de chiqueros Serna a recibir al castaño tercero. Una larga y tres verónicas fueron su carta de presentación. Galleó por chicuelinas para llevar al caballo al jaco. Del mismo palo fue su quite posterior. Comenzó con muletazos por alto, para más tarde acertar en distancias y alturas con un toro con emotividad y galope en sus embestidas. Faena de más a menos del torero sevillano ante un toro que al perder la inercia acabó bajando su intensidad. Firme y templado se mostró el de La Costanilla ante un animal que tuvo la virtud de la movilidad y la transmisión, pero anduvo justito de raza, lo que hizo defenderse en algunas fases de la faena. Caló en el respetable su final de faena por luquesinas. Tras pinchazo, estocada y un descabello paseó un apéndice del animal.
Rafa Serna no quería irse andando de la plaza tras ver como sus dos compañeros de cartel iban a salir en volandas. Se mostró seguro, variado y muy dispuesto ante el animal más desrazado del festejo. Tanto con capote como con muleta se mostró resolutivo y muy capaz ante un toro con movilidad, pero carente de clase. Le tapó los defectos e incrementó virtudes, en un trasteo de torero capaz. Dio ese pasito de más que todo el mundo esperaba, ese punto que necesitaba su torero para convencer a los buenos aficionados. Su final de faena en los terrenos del toro tuvo mérito, por la exposición que tuvo. La oreja concedida fue un justo premio a su labor.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Utrera, Sevilla. Corrida de toros mixta. Media plaza.
Toros de Fermín Bohórquez (1º-4º) para rejones y Luis Algarra (2º-3º-5º-6º) para lidia a pie. Correctos de presentación y buen juego. Noble y con movilidad el enclasado primero. Pronto y de gran entrega a zurdas el encastado segundo. Con movilidad y prontitud el exigente tercero. Justito de raza el noble y manejable cuarto. De gran clase y entrega el humillador quinto, de nombre 'Sirlachoso', nº47, de pelo burraco, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. De movilidad geniuda el desclasado y áspero sexto.
Pablo Hermoso de Mendoza; Dos orejas y Silencio.
Pablo Aguado; Oreja y Dos orejas.
Rafael Serna; Oreja y Oreja.
FOTO DE PORTADA: ANTONIO SÁNCHEZ SÁNCHEZ
TEXTO y VÍDEO: PABLO LÓPEZ RIOBOO
FOTOGALERÍA: MANOLO VASCO