‘Puerta Grande’ para el sevillano y el extremeño, mientras el hispalense Juan Ortega escuchó palmas con el peor lote.
Morante de la Puebla recibió a “Brigadier” con lances a la verónica encajando la figura. Un bonito recibo del sevillano que dejó algunas perlas capoteras. Lástima que en la media de abrochar el toro perdió las manos y deslució el epílogo inicial. Una vara y a otra cosa. Un toro que durante la lidia mostró poca codicia aunque llevaba la cara por delante. Protestó en banderillas soltando la cara. Morante le dio coba de inicio en su trasteo pero tras varios intentos y alguna pincelada artística desistió por la falta de colaboración del primero. El abreplaza mostró una embestida muy irregular por la falta de celo. Se atascó con el descabello el cigarrero y fue silenciado.
El cuarto de nombre “Gañan” de similares hechuras que el tercero aunque menos apretado. A este, José Antonio esbozó alguna verónica pero no pudo cimentar el saludo por echar la cara arriba el astado en cada lance. Otro que se deja pegar en su única entrada al piquero. El quite con dos verónicas y una media de carteles. El cuarto del cigarrero sacó cierto picante y mejor inicio que final, donde tiraba la cara arriba buscando el trapo. Morante desplegó paciencia y sobre todo mucha verdad. El genio consintió y se inventó una faena llena de naturalidad y torería. Morante de la Puebla, tiró de temple, de mucho temple, y unas muñecas rotas que embarcaban una embestida -que nadie presagiaba- hasta el infinito. El sevillano regó el Coso del Pino de un toreo de cante grande y singular personalidad donde cada natural y derechazo eran verdaderos carteles de museos. Todo ante un toro nada fácil por punzante y a veces sin ir metido de verdad en la transparente pañosa del sevillano. José Antonio presentó la muleta por la panza ofreciendo esa dualidad de elegir al toro –cuerpo o muleta- para firmar pases de un parangón descomunal. Refrendó con espadazo y dos orejas que sacian todos los paladares.
A “Churrero” que hizo segundo, Emilio de Justo le formó un lío con el capote. Su tarjeta fue una larga cambiada en el tercio y un ramillete -variado- de verónicas y chicuelinas majestuosas. Precioso saludo del extremeño que caló pronto en los tendidos. Empujó con fijeza en el peto. Buena vara por German González y el toro. Brindis público en los medios. Emilio pasajeó con suavidad y pulso puesto que el segundo estaba en esa fina línea de la fuerza y la entrega. Un astado obediente siempre, pero cambio a protestón, por esa blandura. Después se repuso y sacó picante. Mientras, De Justo toreaba con medida en cites, distancias y alturas, ahormando una faena de planteamientos impecables. Labor técnica aderezada con sumo gusto -principalmente- por el pitón derecho ante un toro con muchas teclas. El izquierdo reponía por delante y su embista fue en rectitud. Labor maciza de Emilio que pulseó, toreó y mandó al discontinuo que abrió su lote. Se tragó el tránsito en los mismos medios y sonó un aviso. Oreja tras aviso.
“Esturión” quinto de la tarde. Este un toro bajo, con cuello, que metió mejor la cara por el izquierdo –se abría- en el recibo de Emilio. Por el otro no terminaba de salir del capote. Una vara bien dosificada empujando por derecho y cambio de tercio. El quite De Justo por chicuelinas sensacional y muy largo. Ahí rompió a bravo como un “tejón”. A la postre, faenón de Emilio de Justo ante un toro muy exigente y reponedor con más motor que un todoterreno. Un quinto que sólo quería muleta y que acometía como un tren buscando el trapo por abajo. De Justo, lo toreó con verdad, exigencias y ligazón, aguantando un disparo en cada embroque. Toro de esos que piden el carnet y sacan el aire -enorme caballaje- pero al que Emilio de Justo crujió en cada natural de forma dictatorial. Muñecas rotas para trazar con hondura y compostura. A derechas, ligazón y toreo en carrusel imperiales. Una obra cumbre por toreo, estética y verdad, que terminó con un indulto de ley ante un toro muy bravo que no quiso entrar en chiqueros tras el pañuelo naranja. La maniobra se demoró por su terquedad. Dos y rabo simbólicos.
“Ebanista” saltó en tercer lugar. Un toro apretado, fuerte, que embistió con brío y repetición en el dulce capote de Ortega. Lances a la verónica con la figura genuflexa y de gran compostura. Gustó el recibo del sevillano. Este se dejó pegar en el peto sin más. El primero de Juan no terminó romper en el último tercio tras aventurar que podría ser. Sin embargo, tras los compases nacientes el toro dijo “nones” y se puso a la retranca. Ortega complementó su quehacer por ambos pitones pero sin alcanzar vuelo. Palmas.
Cerró la tarde “Ecijano” un toro de impecable presentación -como los anteriores- que su falta de celo impidió el lucimiento capotero. Cumplió en varas. Juan Ortega abrió los caminos para ayudar a su antagonista a tirar para adelante. Todo se lo hizo a favor ante uno que sacó brusquedad en los embroques. Ortega imprimió personalidad y un toreo muy bonito cuando el toro echó la cara abajo que fueron contadas. Lo general en su comportamiento fue protestar y no dejar componer un toreo ligado. Faena interesante, sin volver la cara nunca y tirando de oficio por la complejidad del sexto. Palmas.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 11 de junio de 2023
Plaza de Toros de Sanlúcar de Barrameda – Coso del Pino
Feria de la Manzanilla
Segundo festejo de abono
Toros de El Torero. Bien presentados, parejos y de buen juego. Destacó el quinto “Esturión” Nº 77 que fue indultado tras un faenón de Emilio de Justo.
MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio y Dos orejas.
EMILIO DE JUSTO: Oreja tras aviso y Dos orejas y rabo simbólicos.
JUAN ORTEGA: Palmas y Palmas.
Cuadrillas: Destacó el picador Germán González que realizó una buena suerte de varas al segundo. Ángel Gómez y Pérez Valcarce saludaron tras grandes pares al quinto.
Observaciones: Antes de iniciar el paseíllo se interpretó el himno nacional.
Fotos: Eva Morales
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